martes, 24 de abril de 2012

Chulapos mambo - Juan Carlos Méndez Guédez

No me considero un experto en la obra de Juan Carlos Méndez Guédez (ni de ningún otro escritor, en realidad), sin embargo, sí que creo apreciar unas cuantas características comunes en sus novelas y cuentos:

La inmigración como forma de sentirse de alguna manera extraño en un lugar que, aunque lleve muchos años viviendo, nunca será el suyo.

El amor como motor de la vida.

El sexo como consecuencia del amor, aunque no necesariamente.

El humor como celebración de la vida.

La ironía y el cinismo no exento de crítica política y social.

De todos los elementos citados, en Chulapos mambo se explota sobre todo los dos últimos: el humor y la ironía; un humor salvaje, sin miramientos, en ocasiones esperpéntico y muy cercano al surrealismo. Muy de novela inglesa tipo Tom Sharpe o David Lodge. En el ámbito hispánico me ha recordado en ocasiones a las novelas de Antonio Orejudo. Así que, efectivamente, estamos ante una novela de humor, de esas que los críticos de este país suelen vilipendiar vaya usted a saber por qué, cuando parecen no recordar que el libro fundacional de nuestras letras es, entre otras muchas cosas, un libro de humor. ¿Qué es sino El Quijote?

La novela tiene como protagonistas a tres personajes dispares entre sí. Alejandro es un empresario que ha conseguido el éxito gracias a la firma de ropa que dirige; Simao fue hijo acomodado hasta que los negocios de su padre fueron a la quiebra y ahora tiene que malvivir hacinado en una casa pequeña junto con su mujer, sus padres, su hermano, su cuñada y un pastor alemán mientras se gana la vida molestando a una anciana para que abandone su piso de renta antigua; Henry Estrada decide dejar todo para dedicarse a la escritura, pero no tiene el más mínimo talento. Ni oficio. El destino de los tres se une en el momento en que Alejandro decide buscar un amante para su mujer con el fin de que así lo dejé a él en paz y, a su vez, pueda estar con su propia amante. A partir de este punto de partida, la novela se construye en base a las peripecias que viven estos disparatados personajes.

Estructuralmente, cada capítulo focaliza la mirada en uno de los personajes. Tanto el narrador de Alejandro como de Henry están en tercera persona, mientras que Simao narra desde la primera.

El libro lo edita Casa de cartón, del escritor José Luís Torres Vitolas ( no dejéis de leer 5:37).

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