Karl Ove Knausgard es un escritor noruego autor de uno de los debuts más importantes en su país. Con su siguiente novela, se ganó a gran parte de la crítica. Se trata de un autor medio de culto. Se trataba; hasta que en 2009 se embarcó en un proyecto muy personal: redactar su vida. Inmediatamente se convirtió en éxito internacional, se tradujo a diferentes lenguas y se dice que uno de cada cinco noruegos ha leído al menos uno de los tomos, de los seis que componen la autobiografía titulada de manera genérica Mi lucha, de estas memorias de Knausgard.
El primer tomo se centra en el padre. Karl Ove va narrando de manera introspectiva su adolescencia, sus borracheras, sus primeros amores, sus ganas de hacer algo con su vida sin saber muy bien el qué, su pasión por la música; entrelazando con su difícil relación con el padre, severo, siempre con el miedo en el cuerpo, la mucha dependencia que necesita el cabeza de familia. Dividido el libro en dos partes, la segunda se centra en la muerte del padre. Karl Ove se ha distanciado de la figura paterna, un día recibe una llamada comunicándole que su padre ha fallecido. Se traslada junto con su hermano a la casa de la abuela paterna donde el padre llevaba viviendo una temporada. La decadencia, la apatía de la abuela, su incipiente demencia, el abandono total de la casa a su suerte, configuran casi las trescientas páginas de esta parte, trescientas páginas de desasosiego constante, de congoja, de empatía en cierto sentido: ¿quién no ha ido a casa de sus abuelos pasado un tiempo y le cuesta creer que aquella casa de bocadillos de mantequilla y leche con colacao es la misma que ahora permanece casi en penumbra con olor a cerrado? ¿Y que esas mismas personas que se tiraban al suelo contigo en la alfombra a jugar con los coches son estos que ahora permanecen sentados en un sofá pendientes de la televisión y casi ajenos a la conversación? Solo que aquí la situación es mucho más terrible, donde en tu vida "normal" lo que constatas es el paso del tiempo y la visión idílica de niño se transforma en la visión desengañada del adulto, en la vida del autor se constata la autodestrucción del padre, alcoholizado hasta morir y la pasividad de la abuela ante esta situación.
Karl Ove Knausgard sorprende en este primer volumen de su autobiografía contando con sencillez los asuntos mas escabrosos de su familia y con una sinceridad que le ha llevado a tener no pocos problemas con sus allegados. Yendo por la mitad del segundo tomo creo que puedo asegurar sin riesgo a equivocarme que la autobiografía catártica de Knausgard se convertirá en un clásico moderno en los próximos años, ya que más allá del propio morbo de asomarnos a vidas ajenas hay una voluntad de estilo por parte del autor, que consigue que te quedes pegado al libro mientras las horas pasan sin que te percates de ello.
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