En la tradición de las grandes novelas políticas latinoamericanas, José Luis Torres Vitolas reconstruye en esta brillante obra una época negra reciente de Perú, la del presidente Alberto Fujimori.
En Ginebra, dos antiguos miembros del ejército se reúnen después de más de veinte años y recuerdan los convulsos primeros años de los noventa. Sendero Luminoso, la violencia, los escándalos, el narcotráfico, se dan cita en esta dura novela.
Estructuralmente me recuerda a dos obras maestras del también peruano Mario Vargas LLosa como son La ciudad y los perros o Conversación en la catedral; y, más recientemente, a Bioy del, de nuevo peruano, Diego Trelles Paz, con la que además comparte ciertas líneas temáticas.
Diálogos que se entrecruzan en el espacio y en el tiempo, personajes que hablan del pasado y del presente, artículos periodísticos y voces populares. Novela que necesita de un lector cómplice, cosa que se agradece enormemente, que se involucre en la historia y que vaya desenmarañando poco a poco la madeja para que, al final, todo cobre sentido. Lectura para leer de manera atenta, para no perderse pasajes y frases pronunciadas por unos y por otros, porque no sabemos quiénes hablan y cuándo lo hacen.
Realmente buena esta novela, de una madurez literaria admirable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario