jueves, 9 de agosto de 2012

La casa pierde - Juan Villoro

Hoy es uno de esos días en que la reseña no es tal. En realidad, pocas veces lo es; solo son pequeños apuntes que dejo que salgan casi a vuelapluma, sin demasiada profundidad y, desde luego sin dedicarle más de quince o veinte minutos al post. Lo siento, pero prefiero leer a escribir sobre lo que leo, al menos de manera concienzuda.

En este caso, apenas voy a hablar del libro de cuentos de Villoro, si no más bien de la impresión que me ha causado. Son diez cuentos de media distancia, todos ellos entre las treinta y cuarenta páginas algo que, salvo en contadas ocasiones, no me gusta especialmente. Prefiero la concentración a la dispersión. En el relato.

Luego las historias, las tramas. Hombres perdedores pero especiales, historias sin grandezas y con muchas miserias. Acababa de leer un cuento y pasaba a otro, sin pena ni gloria, sin pararme a recapacitar, sin saber muy bien si me había parecido bueno o no, sin ni siquiera plantearme qué me aportaba.

Pero, como me ocurre generalmente con los clásicos, esta es la magia de la Literatura, de repente me sorprendo a mí mismo repasando los cuentos, siguiendo de nuevo la pista de los protagonistas: del escritor que se apoya en otro para escribir, del amigo que sentencia su vida por él, del boxeador que recibe golpes para pagar su deuda con la vida (sí, incluso este relato con metáfora facilona e historia bastante vulgar, me viene a la mente de nuevo).

Entonces, me pregunto, por algo será. Y eso me basta para volver a Villoro.

3 comentarios:

  1. Si, tienes razón, a veces pasa. Lees un libro sin pena ni gloria y es después cuando se disfruta y se piensa en él. Feliz verano!

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  2. Los cuentos son unos de los generos mas dificiles de desarrollar porque su estructura exige un equilibrio que en otros generos no se exigen. Si a eso le sumamos que los cuentos integrados en una obra deben de tener un conector comun, entonces el merito exige un desarrollo mas meritorio.

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  3. Hola,

    Perkins, sí que es verdad que hay libros que "mejoran" después de haberlos leídos, mientras que durante su lectura no te parecieron que tuvieran nada de especial. Feliz verano a ti también.

    Scaramouche, estoy de acuerdo en que el relato es un género exigente; una mala frase chirría lo suficiente como para echar a perder el cuento. Sin embargo, no creo que sea necesaria cierta unidad en un libro de relatos, como lector no me importa leer una colección de relatos de determinado autor, aunque entre ellos no haya un hilo conductor, más allá de que están escritos por la misma persona. Es el eterno debate en los libros de relatos.

    Saludos.

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