Había leído varías críticas muy favorables de este libro así que me decidí a leerlo. Primero vayamos con la sinopsis y luego con la opinión personal.
Al protagonista de esta historia, narrador en primera persona, algo le ha caído del cielo, le ha golpeado y le ha dejado en coma unas semanas. Al despertar, su abogado le consigue una indemnización de ocho millones y medio de libras a cambio de que se olvide del accidente y que no se lo cuente a nadie. Parte del dinero el protagonista lo invierte en bolsa, con tan buena fortuna que en seguida comienza a ver resultados positivos en su cuenta. Un día, en una fiesta, y mirando una grieta en el baño del anfitrión, tiene un déjà vu: visualiza flashes de un edificio, de algún vecino, de las tejas del edificio de enfrente y de unos gatos que se paseaban por allí. Ya tiene su misión: recrear ese recuerdo lo más fielmente posible, con sus vecinos tocando el piano, arreglando una moto o sacando la basura. Para ello contrata los servicios de una empresa que, con Naz a la cabeza, un tipo que no hace preguntas y ejecuta los deseos de su cliente sin parpadear, se ocupa de toda la logística para poner en pie toda la performance. Una vez que consigue esto, el protagonista recrea otras situaciones.
Bien, la historia es buena y el escritor escribe correctamente, pero me quedan algunos cabos sueltos. El primero, que no entiendo las motivaciones del protagonista (¿su idea es recrear ciertos hechos porque siente una especie de éxtasis al hacerlo?); el segundo, ¿qué lleva a un grupo de personas a ejecutar unas órdenes y repetirlas una y otra vez porque un gilipollas se lo pida? Que sí, que eso es al fin y al cabo lo que hacemos todos trabajando y, el protagonista de la novela paga muy bien a sus actores (aunque por otra parte son bastante esclavos); tercero, ¿por qué el personaje de Naz, que por otro lado me parece muy bien construido, no se cuestiona en ningún momento lo que hace el protagonista?
Al principio da la sensación de que al personaje le pasa algo, su forma de actuar en las primeras páginas nos hace pensar eso; se plantea todo lo que hace hasta el infinito, describe todo minuciosamente, se dirige hacia un lugar, recapacita, vuelve. Daba la impresión de que era una especie de genio algo tarado, pero a medida que avanza la novela esa idea se va desdibujando por la de un simple imbécil que consigue lo que quiere gracias al dinero. Es uno de los personajes por el que más rechazo he sentido en mucho tiempo, aunque puede que esta sea la idea de McCarthy, en cuyo caso, lo ha logrado con creces. De verdad que este personaje me lo ha hecho pasar muy mal con su forma de actuar.
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