lunes, 10 de septiembre de 2012

Los ensimismados - Paul Viejo

Ha escrito Paul Viejo un libro muy personal y muy arriesgado. Una colección de relatos, o no-relatos, insinuantes y enigmáticos, a la par que magníficos. En ellos, la trama apenas velada no nos conduce a ningún sitio. Son cuentos estáticos donde no hay acción. Todo son detalles. Cosas no dichas.

Prácticamente todo el libro es una especie de teoría sobre el cuento, pero podemos acercarnos de manera más significativa a su poética en Cada noche y, en menor medida, Un cuento es un cuento es. Así, en el primero de ellos leemos: "los cuentos que yo podría contarle no son los que ella espera, salvo que quiera que le cuente cuentos sin apenas historia, tan quietos, en los que no pasa nada" (pág. 88) Y un poco más adelante: "más difícil es contar un cuento, como los míos, que casi son ventanas rotas, fotos rotas, juegos incompletos, rompecabezas a los que a veces le faltan fichas y donde tan importante es lo que se cuenta en el cuento como lo que no se quiere o no se sabe o no se debe contar" (pág. 90).

Así, Viejo interactúa con el lector, se posiciona como escritor, habla con los personajes, los saca del papel (de manera literal) en el que están construidos y se pasean por la mesa de su propio escritorio. Pirandello, Unamuno, Vila-Matas, deconstrucción, son palabras que me vienen a la cabeza para designar los textos de Paul Viejo.

Un libro en el que no empatizas con lo que te están contando, y sin embargo no hace falta. Con el que no te sientes del todo cómodo leyéndolo, ni falta que le hace. En el que sabes que estás leyendo cuentos, en un papel, escritos por Paul Viejo, donde casi te obliga a que reflexiones sobre ello; nada de sentir lo mismo que los personajes, evadirte y dejarte llevar por la historia. No. La Literatura es más que eso. La Literatura es para los valientes. En la Literatura participan dos partes: autor y lector y ambos se tienen que dejar la piel en ello o no habrá merecido la pena el trayecto.

2 comentarios:

  1. Lo empecé ayer. Sólo leí un cuento pero no estuvo mal. Me gusta más cómo escribe que lo que cuenta (tener la literatura como protagonista es algo cansino) pero así de entrada la impresión es buena.

    Un saludo,

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  2. Exacto. Ahí radica la fuerza: en cómo lo cuenta. Los argumentos, en este caso, suelen ser lo de menos.

    Saludos.

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