Antología de cuentos rusos de cinco autores nacidos en la antigua Unión Soviética. Con esta recopilación se repasa todo el siglo XX y comienzos del XXI, de una de las cunas de la Literatura del XIX. La traducción corre a cargo de Anastasia Maxímovna y la antología es obra de Francesc Serés. En total veintiún relatos que narran algunos de los episodios más importantes de la reciente historia de este inmenso país aunque, sin embargo, y a pesar de que se haga referencias, en algunos casos, a acontecimientos puntuales, estos cuentos son extrapolables a casi cualquiera de las coordenadas espacio-tiempo porque sus autores tratan temas universales. Como en toda antología, hay mejores cuentistas y peores; mejores relatos y peores.
Y hasta aquí podría llegar la crítica si no fuera porque no existen ninguno de los autores, ni la traductora que realiza el prefacio. El único verdadero es Francesc Serés, aunque no es el antólogo, sino el autor de todas las piezas que componen este libro.
Se trata, por ello, de un gran ejercicio de estilo, sin bien es cierto que no hay tanta diferencia entre estos cinco autores ficticios y llegamos, sí no a ver, sí a intuir que la mano que ha escrito estos cuentos es la misma.
La prenda, lleno de ternura o El camino ruso, pura socarronería y mala leche, son dos joyas.
Curiosidad: el cuento titulado La campesina y el mecánico es igual en forma y fondo al titulado La vuelta, recogido en La fuerza de la gravedad. ¿Autoplagio?
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