Doppelgänger es una voz alemana que se utiliza para designar al doble de una persona. Mucho se ha escrito en literatura sobre la figura del doble (los editores de este libro hacen un recorrido sumario apuntando algunos ejemplos en la introducción por lo que no voy a volver a repetir lo que allí se dice). Pero también en cine, pintura y, prácticamente, en cualquier arte, así como en otras disciplinas como la psicología o la sociología el doble se ha manifestado de una u otra forma. Y eso es lo que ocurre en esta colección de relatos donde ocho autores, que son diez, plasman su particular visión sobre el "otro".
Y digo que son diez porque aparte de ocho cuentos, tenemos un bonus track en forma de cómic de la mano de Álvaro Ortiz, y la ilustración de la portada (más el Doppelgänger recortable) corre a cargo de la ilustradora Arantxa Recio.
Por el libro pululan, pues, diferentes dobles entre los que destacan Koen de Knoop, que tiene el mismo nombre que su hermano fallecido. El cuento, que se titula El nudo de Koen y lo firma Sergi Bellver, tiene un gran final. En Doctor X, Juan Carlos Márquez rinde homenaje a la película de culto Invasion of the body snatchers. La espina de pescado, de Francisco Nixon, es también un gran cuento, aunque con algo de trampa ya que utiliza el doble de manera metaliteraria, aunque es otra forma totalmente válida de abordarlo.
Completan la colección la escritura alienada de el/los protagonistas de Prólogo a centauros extirpados de Rubén Martín Giráldez; el niño que se inventa a un amigo invisible en Interferencias de Brian McCabe; el muy interesante juego de personajes-personas de Javier Moreno en Una idea moderna; El doble como elemento de un yo reconstruido en Quartet, el relato de Miguel Ángel Ortiz Albero; y el relato circular de los gemelos de Media res de Miguel Serrano Larraz.
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